Promesas
Noa leemos luego.
Cambia, todo cambia....Esperen los cambios...
De repente un titulo me atrapó, "Las Evas de Ahora" Edición 1929. Evas, Evas, amarían las mujeres de entonces tan intensamente igual a las de hoy? Sentirían los mismos orgasmos cuando un dedo profano las esculcara hasta lo mas privado?
El libro había sido colocado junto a otro de la misma colección, que cayó en mi intento torpe de hojearlo, mis ojos se clavaron en un párrafo inconcluso."Penumbra de misterio, Esa luz tibia que predispone al amor y a la meditación. Ahora de Jazmines y de Nardos-Los perfumes que ejercen bizarras afrodisias- en el ambiente. Espejos monumentales. Muebles minúsculos, encantadores juguetes de portentosa fragilidad.Sus dedos largos, oprimen un cigarrillo egipcio que ella, en su arrobo, olvida de llevar a los labios carnosos y bermejos de hembra en cuyo cuerpo encarnaron todas las vehemencias lúbricas de la raza... Su alma de pájaro, prisionera en jaula de oro siente la nostalgia de muy remotos días, en que libre, con turbulencias de cervatilla triscadora, correteaba traviesa y feliz..." La Gran Histerica-Barcelona 1929.
Cerre el libro de golpe, la vi sosteniendo su cigarro con desgarbo en un segundo piso con su blusa naranja, descalza, dando voz a sus angustias. Era ella!! plasmada en un libro hace 81 años.
Las mujeres amamos igual de intensas, y esa es la prueba, que abrace mientras abordaba el metro lleno de mujeres donde no se podía respirar, cada una tenia una historia que contar, y contemplaban la lluvia, con serenísimos ojos de calma. Con las pasiones apretujadas entre los paraguas destilantes, olían a sudor, a perfume, a sexo, se mentaban madres, se sonreían, todas en el mismo vagón. Y ahi de aquel macho fortuito que tratara de abordar aquel rectangulo naranja, era ajusticiado a sombrillazos; todas eran una, aquella recostada en su divan, esperando a su Luis...
Ahi entendi como se escoge un libro que no es para ti. Simplemente esperas a que el libro te encuentre primero a ti.
No te vayas, no me dejes; me dijo al oído cuando me hizo el amor por ultima vez. Yo escogí no escucharlo.
Ahora me pregunto que hubiera sucedido de haber prestado oídos a aquella suplica lastimera.
Lo deje ahí llorando, esperando mi respuesta, con las lagrimas en sus dedos.
Fui cruel, muy cruel.
Ahora el silencio me acompaña, ahora solo escribo mensajes que pongo en botellas en busca de un remitente, que quizá no existió.
Como no tener miedo de verlo otra vez?
Nos leemos luego.
Y creo que me duele haberlo dejado mas de lo que hubiera pensado.
Nos leemos luego.
Ahorita tengo miedo, como dice la cancion estoy a mitad de la carretera, y no se que me depara el destino, pero se que sea lo que sea, me lo gane, a pulso.
Bueno o malo.
Nos leemos luego.