La sabiduria del perdon.

Ya me di cuenta que definitivamente no me para la boca....

Y no de comer porque esa, mi Doctorjovenyguapo me la tiene bien cocida.

No me para la boca de hablar.

Hay una persona con la extraño muchisimo platicar, porque aunque el punto cumbre de definitivamente no te voy a dirigir la palabra fue hace unas semanas, la realidad es que tenia algunos meses desde que habíamos tenido una conversación sabrosa.

 

Y la realidad es que mas allá de extrañarlo como cualquier otro concepto, se extraña como amigo.

Pues bien mi psiquis encontró la fuga a ese estado, anoche soné que platicaba con el, la verdad es que no recuerdo bien la conversacion, pero lo extraño fue que me despertó a media madrugada mi teléfono, dicha persona me acababa de agregar a un mensajero a las dos de la madrugada, lógicamente creo que la alerta llego cuando a Telcel se le hincho enviarla, pero lo curioso fue que me volví a dormir y seguí soñando la conversacion.

 

No puedo recordarla y estoy segura que si la pudiera recordar me sentiría mejor de lo que me siento ahora, la realidad es que me siento mal, de no tener ese nervio que tienen muchas mujeres para perdonar, siento que en el momento en el que perdone voy a seguir adelante con todo esto a lo que llamamos vida, no me siento deprimida, pero si siento un nudo en la garganta, es esa necesidad de sentirte bien. De querer ser amable con una persona y por el momento no poder, no reconosco a esta persona que esta sentada frente a la computadora, fría e inconmensurable, tratando de sobrevivir cada día con este nuevo sentimiento, con este nudo.

 

La verdad es que no soy yo, y no importa la diosa Salvadora en este momento, se que la paz se encuentra en el perdón, pero por ahora, estoy descubriendo que parte del camino que me falta recorrer debe estar la sabiduría del perdón, porque por ahora no la tengo entre mis virtudes.